Intervista al politologo Heinz Dieterich sulla creazione di un Blocco Regionale in America Latina
Entrevista a Heinz Dieterich
"Con Chávez se viabiliza creación del bloque de poder regional en América Latina"
El triunfo del presidente Hugo Chávez en el refrendo del pasado 15 de agosto constituye geopolíticamente un nuevo pulso entre Estados Unidos y los países latinoamericanos que buscan deslindarse de la coyunda de Washington. Esta realidad se define en una lucha sin cuartel entre los guardianes de la Doctrina Monroe y las fuerzas que combaten por la Segunda Independencia de la Patria Grande que soñó el libertador Simón Bolívar.
El anterior es el análisis que hizo en entrevista para CRONICÓN el politólogo alemán HEINZ DIETERICH STEFFAN, quien viene recorriendo diversos países latinoamericanos para promocionar su propuesta de crear un Bloque de Poder Regional que permita no solo cristalizar la integración política del continente sino hacerle frente de forma efectiva a la intromisión cada vez más creciente de Washington en los asuntos del hemisferio en desmedro de su soberanía.
La iniciativa de Dieterich ha sido acogida positivamente por el presidente Hugo Chávez de Venezuela y el Foro Social de las Américas de Quito sirvió de escenario para explicarla y avanzar en la concreción de un movimiento que la auspicie en forma efectiva a lo largo y ancho del continente.
En concepto de Dieterich, la nueva victoria electoral de Hugo Chávez significa que América Latina se dota por fin de un proyecto ofensivo estratégico, que supera las propuestas meramente defensivas, como el No al ALCA, No al dólar, etc., que, aunque necesarias en cierta etapa, se habían convertido ya en camisas de fuerza teóricas y prácticas de la lucha de masas.
“Con la irrupción de este nuevo sujeto político bolivariano en la convulsiva escena andina y con la pronta integración del nuevo presidente panameño Martín Torrijos al BRP, se rompe el avance imperial sobre el eje del mal del Pacífico: Álvaro Uribe, Lucio Gutiérrez, Alejandro Toledo y Ricardo Lagos”, sostiene este catedrático universitario residente en México.
Agrega que “el eje progresista del Atlántico: Cuba, Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, en cambio, se fortalece con Evo Morales y el MAS en Bolivia, el Movimiento por la República Bolivariana del Ecuador y e previsible triunfo electoral de Tabaré Vázquez en Uruguay”.
Dieterich es doctor en Ciencias Sociales y Económicas de la República Federal Alemana y presidente del Foro por la Emancipación e Identidad de América Latina. Actualmente se desempeña como profesor titular de la Universidad Autónoma de México y es miembro del Sistema Nacional de Investigaciones (SIN) de este país. Autor de varios libros sobre Latinoamérica, la sociedad global y los paradigmas científicos y sociológicos del siglo XX.
En el interés de que su iniciativa del Bloque Regional de Poder se concrete, este politólogo se ha dedicado a realizar contactos de alto nivel con gobiernos, dirigentes sociales y políticos a nivel continental.
HACIA UN ESTADO REGIONAL
Usted está recorriendo varios países de América Latina con el propósito de constituir lo que ha dado en denominar el Bloque de Poder Regional (BPR). ¿Cómo surge esta iniciativa suya y en qué consiste?
Cualquiera que estudie hoy en día la civilización burguesa entiende que los Estados nacionales pueden determinar muy pocas cosas ya. En Europa, por ejemplo, prácticamente toda la legislación viene desfigurada por ese bloque regional de poder que es la Unión Europea y eso sucede en muchas otras áreas ya sea por los instructivos del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial, de la Organización Mundial de Comercio, o por los intereses de la OTAN; en fin, hay toda una estructura de leyes, de poderes fácticos de normatividades, como las normas ISO y FDA en Estados Unidos de calidad de producción, que hace que haya una jerarquía en la cual el Estado nacional ocupa el tercer lugar. En primer lugar está el Estado global que en su rama ejecutiva está compuesta por el FMI, el Banco Mundial y diferentes organizaciones de ese tipo como las ya mencionadas anteriormente; luego está el Estado regional que en América Latina está compuesto por la OEA y en Europa es la Unión Europea; y, finalmente, viene el Estado nacional. De tal manera que hoy cualquier propuesta política que pretenda mejorar la situación de las masas y ejecutarla dentro del Estado nacional es una manifestación de desconocimiento de la realidad objetiva o es una mentira política. En la actualidad cualquier propuesta de transformación nacional que no incluya al mismo tiempo el Bloque de Poder Regional, como dice el presidente Hugo Chávez, la unión del sur, el ALBA, es una quimera.
Usted viene de visitar Venezuela y de entrevistarse con el presidente Hugo Chávez. ¿Qué acogida ha tenido esta iniciativa del BPR?
La verdad es que el presidente Hugo Chávez es el principal promotor de esta propuesta porque lo que en un inicio puede haber sido una referencia histórica y de identidad la obra de Bolívar, hoy día renace nuevamente la concepción de la Patria Grande como precondición inevitable e imperativa para cualquier mejoramiento de la calidad de vida de las mayorías.
En otras palabras, el Bloque de Poder Regional retoma la propuesta del Libertador Simón Bolívar de lograr la unión de América Latina. ¿Hacia ese objetivo converge esa propuesta?
Sí, sin duda. Bolívar fue un estratega y era realista en sus percepciones, como lo fueron Lenin, George Washington, Mao y los jacobinos en determinado momento. Y como estratega Bolívar entendía que no había una solución local al problema del colonialismo. Inclusive se dio un famoso debate por carta con Santander cuando el Libertador requería tropas de Colombia para la liberación de Perú. Santander dentro de su óptica se preguntaba por qué hay que gastar el dinero y la sangre de los colombianos en el sur y Bolívar le contesta que es necesario entender que si no se libera a toda la Patria Grande del colonialismo, éste retornaría y recuperaría los territorios liberados. Se entendió, entonces, que la solución debía ser hemisférica. Igualmente todo el que está en la lucha práctica sabe que la política es una cuestión de correlación de fuerzas y que se necesita un mínimo de poder para cambiar algo. Ese mínimo de poder necesario solo nace de la unión, por eso Bolívar decía que si no se organizaba la América Hispánica en dos o tres confederaciones, tarde o temprano los Estados nacionales van a ser víctimas de las potencias europeas o de los Estados Unidos. Entonces en este sentido hemos entrado en el realismo político de Bolívar y de José Martí con toda su obra bellísima de pensamiento y de praxis revolucionario y dejando la demagogia de los partidos políticos vinculados al statu quo del sistema burgués del cual viven, hemos renunciado también a las frases vacías de los intelectuales que dominan los foros regionales y mundiales, supuestamente de protesta, para regresar a la conciencia de transformación práctica que el Libertador empleó igual que Artigas, que Manuela Sáenz, que el padre Hidalgo, para liberarnos.
¿En qué medida América Latina se puede desligar de esa coyunda que es Washington que ahora quiere imponer a todo trance unos tratados de libre comercio que es la nueva versión del ALCA?
Bueno, la única forma de resistir a esta imposición de los tratados de libre comercio es ese Bloque de Poder, con un programa propio. La lucha contra el ALCA ha sido defensiva pero con la defensiva no se gana una guerra y esta es una guerra contra el imperio. Se requiere de una propuesta estratégica propia. Hugo Chávez la ha formulado en el ALBA: Alternativa Bolivariana para América Latina. Se han dado pasos para integrar un eje Venezuela-Cuba, por una parte, y un eje Venezuela-Argentina, por otra, pero no hay sustento teórico, es una integración bilateral que sigue la lógica de las ventajas comparativas de David Ricardo, y lo que necesitamos es un salto cualitativo para lograr la constitución de un Estado regional que es el MERCOSUR ampliado, profundizado, democratizado con Venezuela, con Cuba y en una segunda fase con Evo Morales en Bolivia y con la CONAIE en el Ecuador, que realice la integración lo antes posible en las cuatro esferas sociales fundamentales del ser humano: la económica, la política, la cultural y la militar.
Algunos analistas de izquierda vienen criticando el desempeño del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil. Si bien es cierto que Lula está mostrando índices de crecimiento económico se le reprocha que ha continuado las políticas neoliberales de su antecesor Fernando Henrique Cardozo. ¿Cuál es su visión frente al rol que está jugando el presidente Lula?
Cuando Lula llega al gobierno con una alianza multiclasista y multisectorial del capital industrial paulista con el Partido de los Trabajadores (PT) se tenía claro el rumbo que iba a tomar, después se decide por la prolongación del proyecto de Cardozo y sale la gente progresista en masa a protestar. Yo creo que ese curso es insostenible y que a más tardar en noviembre, con las elecciones municipales, Lula va a sufrir el costo político por su modelo. Entonces, por una parte, la pérdida de popularidad y de votos, y de otra, el crecimiento de una alternativa a la izquierda del PT le va hacer ver con más claridad la inviabilidad de su propuesta. Esa es la posibilidad de que la sociedad civil latinoamericana organizada como sujeto vaya donde Lula y lo presione públicamente. Para ello integramos en el Foro Social de las Américas una delegación de cincuenta personas muy representativas de todos los movimientos sociales del continente para empujar a Lula a que se comprometa con el Bloque Regional de Poder.
¿Cuál es su análisis respecto del proceso político que lidera Néstor Kirchner en Argentina?
Kirchner llega al poder por default como dicen los economistas, no estaba previsto que llegara, ascendió al poder sin partido prácticamente, ha hecho una alianza con los movimientos de derechos humanos. No tiene una base socio-política propia porque el partido justicialista en Buenos Aires desapareció con Menem. Algunos sectores peronistas que tienen cierta fuerza están controlados por sus enemigos como Duhalde y sus intentos de crearse una base social para independizarse de esas fuerzas reaccionarias a través de la cooptación de sectores piqueteros, del Frente Tierra y Vivienda o de Patria Libre, parecen fracasar y esto queda más claro al observar que ha hecho una alianza con la Confederación General de Trabajadores (CGT) que es el viejo aparato peronista, bastante corrupto que controla los bonos de pensiones, el sistema de hospitales, etc. Esta alianza no solidifica el gobierno de Kirchner, por el contrario, puede debilitarlo mientras la oposición de la derecha arrecia porque se ha recompuesto de sus derrotas.
¿La iniciativa del Bloque de Poder Regional no tiene una piedra en el zapato con el gobierno de derecha de Álvaro Uribe Vélez en Colombia?
Sí, por supuesto. Si se analiza con frialdad la situación hemisférica en el fondo hay tres proyectos de integración: uno es la Unión Europea; el otro es el TLC con sus prolongaciones el Plan Puebla-Panamá, el Plan Colombia y los planes bilaterales que existen; y la tercera propuesta de integración es la nuestra, el Bloque de Poder Regional que como ya lo dije es MERCOSUR más Venezuela y Cuba con la posibilidad de extenderse a los países que tienen movimientos sociales fuertes que podrían llegar al gobierno como Ecuador y Bolivia. Y claro, esta es la única alternativa frente al gobierno de Uribe Vélez y la esperanza para los movimientos sociales porque hay que preguntarse qué proyecto político va a proponer Evo Morales a los bolivianos si no es el desarrollismo regional democrático.
Washington después de la invasión a Irak sale muy mal librado. Hay quienes consideran que el poderío de Estados Unidos se viene horadando paulatinamente y su condición hegemónica está en declive. ¿Usted lo ve así?
No, yo sé que es muy popular decir ese tipo de cosas pero pienso que es una equivocación que no resiste las relaciones de poder reales. Bush cometió un error al subestimar la capacidad de resistencia de los pueblos y ese error se paga caro como la Unión Soviética lo pagó con Afganistán y los gringos en Vietnam. Pero Estados Unidos es con creces y va seguir siéndolo por décadas el país más fuerte que tendrá un solo rival que es la Unión Europea. Eso es muy fácil de entender. La riqueza de este país es tan extraordinaria que tiene un ingreso per cápita de 35 mil dólares frente al ingreso per cápita de China que es de un mil dólares. El presupuesto militar norteamericano es de 450 mil millones de dólares anuales, mientras que el de China es de 40 mil millones de dólares, pese a que este país tiene cinco veces más la población de Estados Unidos. Los indicadores de poder también son muy dicientes, como la capacidad científica que es decisiva en la guerra, la capacidad económica, etc. Van a tardar décadas países como la China, India o Rusia para equipararse a Estados Unidos. Por eso es que Estados Unidos va a seguir siendo el país más poderoso de la tierra por muchos décadas, con excepción de la Unión Europea que tiene el mismo potencial, esto sin embargo significa que tienen que compartir el dominio mundial.
En este cuadro geopolítico, ¿la Unión Europea juega algún papel respecto de América Latina?
Sí, juega algún papel. Los europeos tienen prácticamente dominado todo el sistema bancario en Latinoamérica a través del capital financiero español. Los españoles controlan más del 50 por ciento de los fondos privados de pensiones, así como el negocio de telefonía y están presentes también en el negocio petrolero en Argentina, entonces la penetración de la Unión Europea es considerable. Y el interés político es abierto, igualmente. El comisario de la Unión Europea dijo recientemente que existe interés en el fortalecimiento de MERCOSUR con las instituciones de este bloque porque de lo contrario les va a pasar lo que ocurrió con México. Cuando México suscribió el TLC con Estados Unidos, los europeos perdieron la mayor parte de sus exportaciones. Y ellos no quieren que se repita esa experiencia con Sudamérica. Como no quieren perder esa batalla con Estados Unidos, entonces están interviniendo políticamente.
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